El
marco regulatorio establecido por el Comité de Basilea ha sido aceptado por los
entes supervisores de los países centroamericanos. La regulación internacional
giró en torno a la Supervisión Basada en Riesgos (SBR) y Centroamérica no fue
excepción, donde cada país se encuentra en diferentes niveles de avance
respecto a lo establecido en las reformas del Comité. El ensayo plantea las
semejanzas y diferencias así como las principales brechas de los países centroamericanos
en torno a la implementación de Basilea III. Se centra en los temas de liquidez
y sus principios. Se encuentra que todos los países tienen normas específicas
para gestionar la liquidez, donde tienen oportunidades de mejora en cuanto a la
definición de roles y responsabilidades de los órganos de gobierno corporativo.
Costa Rica y recientemente la normativa en consulta de Nicaragua muestra
similitudes en lo que busca Basilea III, mientras que los otros países
incorporan en alguna medida elementos de gestión que necesitan mayor
especificidad para que incorporen la perspectiva integral de riesgos que busca
la regulación. Las normas no establecen al carácter sancionatorio de
incumplimientos y debe evaluarse mejores prácticas para contar información de
riesgo de liquidez oportuna. Se muestra que los reguladores tienen aún camino por
recorrer en cuanto a la evaluación, retroalimentación y monitoreo de acuerdo al
esquema de Supervisión Basado en Riesgos.
Uno
de los principales mercados es el sistema financiero. La estabilidad financiera
es una de los objetivos primordiales de las autoridades monetarias y
regulatorias de todos los países. La crisis económica internacional del 2008
reforzó la necesidad de reforzar el marco regulatorio para la gestión de los
riesgos. En un esfuerzo común, autoridades de los Bancos Centrales del mundo en
coordinación con las Superintendencias continuaron impulsando reformas en el
marco de gestión hacia un modelo de Supervisión Basada en Riesgos (SBR), como
un modelo que complementa el modelo de supervisión tradicional. Como área de
integración económica y política, las autoridades centroamericanas deben tener
claridad del avance de sus proyectos de reforma, incorporando las mejores
prácticas desde el Comité de Basilea para tener capacidad de gestionar bien los
riesgos y con ello fortalecer la seguridad financiera regional. Por ello,
identificar el estado de avance a través de un marco comparativo, permite
tratar las brechas y regular de acuerdo a las mejores prácticas para entidades
supervisadas y para el regulador.
http://www.banguat.gob.gt/Publica/Investigaciones_Ec/Working%20Paper_No136.pdf
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