viernes, 10 de marzo de 2017

Basilea III



El marco regulatorio establecido por el Comité de Basilea ha sido aceptado por los entes supervisores de los países centroamericanos. La regulación internacional giró en torno a la Supervisión Basada en Riesgos (SBR) y Centroamérica no fue excepción, donde cada país se encuentra en diferentes niveles de avance respecto a lo establecido en las reformas del Comité. El ensayo plantea las semejanzas y diferencias así como las principales brechas de los países centroamericanos en torno a la implementación de Basilea III. Se centra en los temas de liquidez y sus principios. Se encuentra que todos los países tienen normas específicas para gestionar la liquidez, donde tienen oportunidades de mejora en cuanto a la definición de roles y responsabilidades de los órganos de gobierno corporativo. Costa Rica y recientemente la normativa en consulta de Nicaragua muestra similitudes en lo que busca Basilea III, mientras que los otros países incorporan en alguna medida elementos de gestión que necesitan mayor especificidad para que incorporen la perspectiva integral de riesgos que busca la regulación. Las normas no establecen al carácter sancionatorio de incumplimientos y debe evaluarse mejores prácticas para contar información de riesgo de liquidez oportuna. Se muestra que los reguladores tienen aún camino por recorrer en cuanto a la evaluación, retroalimentación y monitoreo de acuerdo al esquema de Supervisión Basado en Riesgos.

Uno de los principales mercados es el sistema financiero. La estabilidad financiera es una de los objetivos primordiales de las autoridades monetarias y regulatorias de todos los países. La crisis económica internacional del 2008 reforzó la necesidad de reforzar el marco regulatorio para la gestión de los riesgos. En un esfuerzo común, autoridades de los Bancos Centrales del mundo en coordinación con las Superintendencias continuaron impulsando reformas en el marco de gestión hacia un modelo de Supervisión Basada en Riesgos (SBR), como un modelo que complementa el modelo de supervisión tradicional. Como área de integración económica y política, las autoridades centroamericanas deben tener claridad del avance de sus proyectos de reforma, incorporando las mejores prácticas desde el Comité de Basilea para tener capacidad de gestionar bien los riesgos y con ello fortalecer la seguridad financiera regional. Por ello, identificar el estado de avance a través de un marco comparativo, permite tratar las brechas y regular de acuerdo a las mejores prácticas para entidades supervisadas y para el regulador.
http://www.banguat.gob.gt/Publica/Investigaciones_Ec/Working%20Paper_No136.pdf
 

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